Durante los últimos 50 años se ha duplicado el número de personas con miopía en el mundo. Se estima que para 2020 un tercio de la población mundial será miope y para 2050 lo será la mitad del planeta.
Y esa epidemia tiene más incidencia entre los jóvenes del este de Asia, en países como Corea del Sur o China, donde afecta a ya casi el 90% de los estudiantes al acabar la escuela secundaria.
En otras regiones del mundo, aunque las cifras no son tan alarmantes, la condición sigue avanzando.
¿Cuáles son las causas de la miopía?
La miopía está causada por una combinación de factores ambientales y genéticos que alteran el desarrollo normal del ojo. La gente que es corta de vista o miope puede ver claramente objetos que están cerca, pero la vista se les vuelve borrosa cuando enfocan objetos distantes.
La miopía se produce cuando el globo ocular crece en demasía y se vuelve más largo de lo normal. Esta condición sexual suele manifestarse cuando los niños están en edad escolar y suele empeorar gradualmente hasta que el globo ocular completa su crecimiento.
Si no se detecta y corrige, la miopía puede progresar y con el tiempo incrementar considerablemente el riesgo de sufrir cataratas, glaucoma, desprendimiento de retina… Además, la miopía está entre las tres primeras causas de ceguera permanente en el mundo.
¿Qué provoca la miopía?
Aunque los expertos creen que la genética juega un cierto rol al determinar qué personas son más susceptible de ser miopes, hay algo en nuestro comportamiento y en nuestro ambiente que está contribuyendo al incremento de casos de personas miopes.
Muchos estudios han demostrado que la gente que pasa más tiempo al aire libre es mucho menos propensa a desarrollar miopía que la que permanece la mayor parte del día entre cuatro paredes.
¿Hay algo que podamos hacer?
Los expertos coinciden en que animar a los niños a jugar en el exterior puede ayudar a reducir el riesgo de tener miopía y a que ésta se desarrolle a un ritmo más lento.
La miopía no tiene cura ni es reversible, pero el uso de gafas correctoras puede tener o ralentizar su progreso. También hay operación con láser de miopía, como las que realizamos en nuestra clínica oftalmológica en Málaga, aunque estas cirugías no deben hacerse en niños o jóvenes que todavía están en proceso de crecimiento.
Si quiere tomar medidas para proteger a las nuevas generaciones, la mayoría de los investigadores coinciden en que animar a los niños a jugar en el exterior puede ayudar a reducir el riesgo de tenerla.
También hay estudios que evidencian que al jugar en el exterior la miopía infantil puede progresar a un ritmo más lento. Los expertos creen que puede tener que ver con el hecho de que los niveles de luz en el interior son mucho más bajos que en el exterior. Por otro lado, pasar mucho tiempo enfocando la vista en objetos muy cercanos, como escribiendo, leyendo o usando dispositivos portátiles como tabletas, celulares u ordenadores puede aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad visual.
Si quiere conocer las preguntas frecuentes sobre la miopía, pinche aquí.